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domingo, 3 de mayo de 2015

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Personas sensibles, sinsentido del humor, dramáticas  recatadas, púdicas  reservadas, cautas, decorosas, pudorosas, castas, modestas, prudentes, precavidas, discretas, "decentes", moralistas, y con un criterio no acorde con este entrada o con tendencia a discutir por tonterías... 

Abstenerse.   


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Tu olor me embriaga. Me deja con los sentidos aturdidos. Tus manos me rozan en sitios prohibidos. Nada de esto puede salir de aquí.

Tus dedos rozan mi cintura mientras se deslizan lentamente hacia mi pecho. Una lentitud tortuosa que me provoca escalofríos por todo el cuerpo. Cuando me rozas las clavículas te acercas un poco más a mí. Tus labios me rozan las comisuras de los míos. Abro los ojos después de un suspiro. Me miras. Sonríes. Te relames. Tus manos me rozan los brazos hasta aprisionar mis muñecas. No dejas de mirarme y sabes que eso me vuelve loca. Levantas mis muñecas por encima de mi cabeza. Sabes que en tu despacho no tienes nada para atarme, pero una simple orden y sabrás que no la incumpliré.


“No bajes las manos” – susurras en mi oído. Tus manos viajan por mis caderas a voluntad. Cada milímetro es un estremecimiento en mi espina dorsal. Me levantas la falda lentamente mientras te arrodillas.  La tentación de bajar las manos y apoyarlas en tu cabeza cada vez es más grande, pero me has dicho que no lo haga, y debo hacerte caso, no quiero que me vuelvas a azotar.

"Ah..."