
Ligeramente inclinada hacia delante. Las manos a la espalda. Las piernas separadas por una fría barra metálica. Te encanta atarme así. Es tu forma favorita de torturarme. Tus pasos resuenan a mi espalda, con la mirada gacha veo tus zapatos andar a mi alrededor.
-"Sabes que con unas simples palabras esto terminaría pronto, quizás con algún premio incluso" - Un único dedo me recorre desde la nuca hasta la mitad de la espalda, esperando una respuesta. Me cae el pelo a los dos lados de la cara y eso entorpece mi visión. Te encanta jugar con mis sentidos, privarme de ellos, explotar de éxtasis los otros.
"-Y tu sabes perfectamente lo que me encanta llevarte la contraria" - Te guiño un ojo mientras te vuelves a colocar en el campo de visión que controlo completamente. Estás completamente vestido delante mía, y yo completamente desnuda frente a ti.